Conciliar una jornada laboral con la preparación de una oposición es la realidad de más del 80% de los opositores en España. Esta cifra, extraída del último informe sobre el perfil del opositor elaborado por MAD, empresa líder en formación online para oposiciones, y GAD3, explica por qué la flexibilidad y la optimización del tiempo se han convertido en los factores decisivos para preparar un proceso selectivo.
El estudio, que ya reveló que casi la mitad de los adultos españoles (47%) se plantea opositar, muestra un perfil de opositor que se aleja del estudiante a tiempo completo. El interés por opositar es, de hecho, mayor entre personas con responsabilidades familiares (50%) y alcanza su pico (60%) entre aquellos con 3 a 5 años de experiencia laboral, es decir, en plena etapa profesional.
Esta doble faceta de trabajador y estudiante explica las principales motivaciones y también las mayores dificultades del colectivo. La estabilidad laboral (48%) y la conciliación (20%) son los principales motivos para opositar. Sin embargo, el camino está lleno de obstáculos: la falta de tiempo para estudiar (39%) se sitúa como la segunda fuente de estrés más importante, solo superada por el miedo a no conseguir plaza (43%).
La flexibilidad, clave del éxito por encima del precio
Esta falta de tiempo ha reconfigurado el método de preparación. El estudio de MAD y GAD3 es claro: la formación online es la modalidad preferida (41%), superando ampliamente a las academias presenciales (24%).
Cuando se analiza el porqué de esta elección, los opositores (actuales y potenciales) coinciden en que la calidad de un temario actualizado y la flexibilidad horaria son los factores más relevantes, situándolos por encima del precio.
“Por nuestra experiencia, la simplificación de los procesos selectivos mediante el uso de pruebas tipo test, ha provocado que el principal elemento de éxito es la memorización”, señalan desde MAD. “La memorización requiere metodologías propias, que en cursos online bien diseñados y con buenos temarios consiguen excelentes resultados. Gracias a este tipo de cursos, el opositor que trabaja tiene acceso a una excelente preparación adaptada a sus horarios, con inversiones inferiores a 300€ al año”.
Un contexto de oportunidad para el trabajador
El esfuerzo de compaginar trabajo y estudio se produce en un momento de oportunidad única para el empleo público, marcado por la jubilación de la generación del baby boom.
Como indica Narciso Sánchez, director general de MAD, el perfil del opositor que trabaja es cada vez más habitual. “Es muy habitual que personas de mediana edad opositen en la recta final de su vida laboral para mejorar sus condiciones de jubilación, o por mejorar su conciliación personal o familiar. En la mayoría de las oposiciones, la edad no es un impedimento”. El recambio generacional que afronta la Administración (más de un millón de jubilaciones en la próxima década) ha llevado a simplificar los procesos selectivos para atraer talento. “Muchas pruebas que antes eran largos exámenes de desarrollo ahora son tipo test”, explica Sánchez. Esta simplificación, unida a la regularidad en las convocatorias derivada de la Ley de Interinos, hace que el esfuerzo de compaginar ambas facetas tenga una recompensa más tangible y cercana en el tiempo.








