Paula Pérez, @opositora_pauliis para sus seguidores en Instagram, tiene 28 años recién cumplidos y es una de tantas personas a las que la pandemia producida por la COVID les cambió su vida. Ni si quiera ella misma se imaginaba que acabaría preparándose las oposiciones para conseguir una plaza en la Administración General del Estado antes de marzo de 2020, pero así es: actualmente estudia para acceder al cuerpo de Gestión de la Administración Civil del Estado, el A2.
Cambiar el rumbo
Antes de la crisis, Paula era Organizadora de Eventos y Congresos, tal y como cuenta para Mundopositor.info, “estoy en ERTE desde marzo de 2020 debido a la pandemia. Terminé un máster de marzo a julio 2020 y en septiembre me replanteé ponerme con el C1 de inglés e italiano o estudiar oposiciones”, indica. Y es que, al inicio del confinamiento, muchos no imaginábamos cuánto se estiraría la situación en el tiempo.
Fue esta situación y el cambio radical de su sector lo que empujaron a Paula a opositar por primera vez en octubre de 2020, aunque curiosamente, el mundo opositor no le era del todo ajeno: “mis padres son funcionarios y desde siempre me animaron a que opositase, pero yo no quería, y aquí estoy ahora”.
Lo que aspira Paula Pérez es a “conseguir un trabajo estable, bien remunerado, un horario que ayude a la conciliación familiar”, explica la opositora, que además recalca que se dedica exclusivamente a estudiar las oposiciones que se está preparando y que solo compagina sus estudios con el ejercicio: acude al gimnasio tres días por semana.
Rutina de Paula Pérez
La organización es fundamental para un opositor. Esta es su rutina:
• 8:30 h. ¡Arriba!
• 9:00 – 10:30 h. Gimnasio
• 10:30 – 11:00 h. Ducha
• 11:00 – 15:00 h. Estudio.
• 15:00 – 16:00 h. Comida
• 16:00 – 20:30 h. Estudio.
• 20:30 – 22:30 h. Paseo con “Fiona”, su perrita.
• 22:30 h. Cena.
• 00:30 h. ¡A dormir!
Para despejar su mente, Paula Pérez tiene libres los sábados enteros y los domingos por la mañana. Aprovecha para realzar la fuerza que le da su novio: “es un gran apoyo, nos vemos poco porque mi horario es muy estricto, pero me quiere mucho y me ayuda con todo. Le estaré eternamente agradecida”.
Como muchos otros, Paula tuvo que cambiar el rumbo de forma urgente, pero lejos de derrumbarse, encontró en el empleo público una salida laboral. ¿Te sientes identificado/a? ¡Cuéntanoslo!
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