La correlación ilusoria es un fenómeno psicológico que provoca que las personas perciban una relación entre dos variables que no existen en realidad. El creador de esta teoría fue Chapman y Chapman (1967).
Este sesgo cognitivo tiene una aplicación social en los estereotipos, que son percepciones exageradas basadas en unos pocos detalles que tenemos sobre ciertas personas que comparten ciertas características. En cierto modo, los estereotipos son un mecanismo de ahorro mental, que hace que “simplifiquemos la realidad”, por ello nos lleva a errores lógicos.
La correlación ilusoria y su relación con los heurísticos mentales
Los heurísticos mentales tienen una gran relación con la correlación ilusoria y es que estos son atajos mentales a nuestro pensamiento.
En general, podemos decir que consisten en reglas mentales que usamos inconscientemente y de manera automática, para convertir un problema complejo en uno simple. Los heurísticos, nos ayuda a simplificar las cosas, reaccionar más rápido y encontrar soluciones efectivas.
La correlación ilusoria y la toma de decisiones
Esta percepción se basa en la coincidencia de eventos o en la presencia de una tercera variable influyente, aunque la correlación ilusoria puede ser útil en algunos contextos, como la literatura o el arte, puede ser realmente peligrosa para la toma de decisiones importantes, como la medicina o las inversiones.
En la medicina, si un médico observa que diferentes pacientes tienen una enfermedad y han consumido el mismo alimento puede creer que dicho alimento es la causa de la enfermedad. Sin embargo, puede haber otros variables, como la edad, el historial médico que influyan en la aparición de la enfermedad. Esta creencia del médico puede crear un gran peligro.
En las inversiones, la correlación ilusoria puede llevarte a decisiones equivocadas. Por ejemplo, un inversor ve una entrevista dónde sale el jefe de una empresa y nota que el valor de la empresa tras dicha entrevista ha aumentado y decide tomar acciones de esta empresa. El aumento de valor ha llegado por otros factores y esto le lleva a una mala decisión.
La relación con las oposiciones
La relación de la correlación ilusoria con las oposiciones es de forma negativa, porque el ejemplo más claro es el ver y pensar que todos somos iguales y que sí una persona es capaz de aprobar unas oposiciones con una preparación de poco tiempo no todos somos capaces de ello.
No hay que confiarse ya que cada persona es diferente y necesita diversos métodos de estudio, algunos necesitarán más y otros menos tiempo de preparación.
¿Cómo se puede evitar?
Un ejemplo común es el uso de amuletos o rituales para atraer la buena suerte. Por ejemplo, una persona que gana un partido de fútbol mientras lleva un par de calcetines de la suerte puede creer que ganó gracias a estos. Cuando el partido realmente ha sido determinado por la habilidad de los jugadores. Sin embargo, la persona puede seguir creyendo en la correlación ilusoria y seguir usando los calcetines en los siguientes partidos.
La clave para evitar esto es analizar los datos de forma cuidados y crítica. En lugar de asumir que una correlación es causa y efecto, debemos buscar otras explicaciones posibles y considerar la influencia de otras variables. Es importante tener en cuenta que la correlación no implica necesariamente casualidad.
Conclusión
La correlación ilusoria es un fenómeno común que consigue que nuestra mente pueda facilitar el trabajo y puede tener efectos negativos en nuestra toma de decisiones.
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