Mientras opositas pasan muchas cosas, unas más positivas y otras menos. Y es que hay épocas en las que dudamos de nuestras decisiones, de nuestras capacidades y hasta del sentido de la vida. Nos fallan las fuerzas, no terminamos de ver posible alcanzar nuestro objetivo y la ansiedad entra en juego. Es entonces cuando se genera una crisis de estudio.
Para superar estos momentos vitales y reorientar nuestro foco hacia lo importante, debemos ser capaces de detectar estos momentos cuando se inician y darles la vuelta para que una crisis se convierta en una oportunidad para valorar, conocer y reorientar.
¿Qué es una crisis de estudio?
Una crisis de estudio es aquella en la que no consigues avanzar en tu estudio al ritmo normal, a pesar de esforzarte para conseguirlo. Te sientes paralizado en el estudio.
Esta parálisis, en ocasiones, hace que surjan creencias autolimitantes, que afectan a la actitud y la motivación para afrontar el proceso de estudio. Creer que no puedes hacer algo puede implicar que te cueste más conseguirlo y que eso reafirme que creas que no puedes. Este círculo vicioso es necesario romperlo cuanto antes. Las creencias son la base de la acción, pero no son verdades universales, son mutables, por lo que las podemos cambiar con trabajo y dedicación.
¿Cómo detectar una crisis?
Ser consciente de que algo sucede es fundamental para poder tomar medidas y solucionar el problema. Ese “algo no va a desaparecer solo. Y tampoco vamos a permitir que estropee tu oposición, ¿verdad?
Veamos las señales de alarma que debes observar para tomar las riendas de tu oposición antes de que la crisis se haga con ella:
- Aburrimiento y desmotivación hacia el estudio. No encontrar sentido al esfuerzo de estudiar cada día y que cueste cumplir con las rutinas de trabajo.
- Dudas constantes sobre si opositar es la mejor alternativa y si podremos conseguirlo.
- Cansancio y trastornos del sueño. Las preocupaciones no permiten conciliar un descanso reparador.
- Ansiedad y estrés por la presión constante y el miedo al fracaso.
- Falta de concentración y de desconexión. Es difícil concentrarse en el estudio pero nunca se desconecta de “ser opositor”, lo que genera cansancio mental y culpa.
- Reducción del ritmo de estudio con un nivel alto de rendimiento.
- Cambios de humor e irritabilidad. Pasar de estar enfadado a estar eufórico, de sentir que puedes con todo a notar que no das ni para levantarte de la cama, es algo habitual en momentos de crisis.
No todas las personas tendrán todas estas señales de alarma. Cada uno somos diferentes y las crisis de estudio se manifiestan de forma distinta, pero si tienes algunos de estos síntomas debes preparar tu plan anticrisis.
¡Dale la vuelta!
Estar alerta para detectar los inicios de una crisis y aceptar que son parte del proceso, es clave para diseñar tu plan para afrontarlas con eficacia. Te decimos cómo:
- Olvida el perfeccionismo. Si estás pasando una mala racha te recomendamos tener claro que la expresión “mejor hecho que perfecto” te puede ayudar mucho a despegar de nuevo hacia tu objetivo. Sé flexible y comprensivo contigo mismo.
- Actúa. Si algo no está funcionando solo podemos hacer una cosa: cambiarlo. Aceptar el problema, reconocer que tenemos una dificultad, es la mitad de la solución. La otra mitad es actuar en consecuencia.
- Relativiza. Aunque lo que te sucede es importante, debes ponerlo en contexto, tener claro que se trata de una crisis pasajera y que podrás superarla. No te juzgues, recuerda que estos momentos son normales.
- Cuídate. Alimentación, deporte y descanso son fundamentales para salir de cualquier crisis. Los hábitos saludables y el ocio te ayudarán a afrontar el proceso.
- Racionaliza los pensamientos negativos. Esos pensamientos que llegan a tu mente y que dicen que no puedes y que vas a suspender, se equivocan. Son solo un producto de la propia crisis. Razona estos pensamientos, analízalos y verás que no hay evidencias de que la realidad sea así y que no te aportan nada para resolver la crisis.
- Háblate con cariño. Cómo te hablas a ti mismo es muy importante. Las creencias en ti mismo y en tus capacidades se alimentan del lenguaje que usas. No te hables como no dejas que te hablen los demás.
- Rutina y perseverancia son dos aspectos clave en cualquier plan para salir de una crisis. En estos momentos es más importante la calidad que la cantidad, pero con organización.
- Tener relaciones de apoyo, de confianza, es fundamental para poder expresar nuestros sentimientos y recibir el soporte necesario para salir de la crisis.
- Céntrate en el ahora. Mindfulness en estado puro para no cargar con lastre del pasado y no agobiarnos por el futuro. Lo importante es hoy porque es donde estamos y donde podemos cambiar las cosas.
- Analiza el origen de la crisis como ejercicio de autorreflexión para detectar qué pasa y con qué recursos y fortalezas cuentas para superarla.
Estos son nuestros tips para convertir las crisis de estudio en retos. Cuéntanos tus trucos y consejos para darle la vuelta y salir reforzados de estas crisis del opositor por las que todos pasamos. Te escuchamos.
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