La moda del positivismo tóxico: ¿cómo combatirlo sin caer en el otro extremo? 

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positivismo tóxico

En los últimos años, hemos sido testigos de un auge bastante relevante en la cultura del positivismo. Sin embargo, este enfoque puede cruzar la línea hacia lo que se conoce como “positivismo tóxico”, un fenómeno en el que la insistencia en ver el lado positivo de las cosas puede llevar a la negación de algunas emociones legítimas y a la minimización de problemas reales. 

Y es que la idea de mantener una actitud positiva, incluso en los momentos más difíciles, es, valga la redundancia, positiva, y ha sido promovida en redes sociales, libros de autoayuda y discursos motivacionales, pero en esta vida todo tiene un límite.  

¿Qué es el positivismo tóxico? 

El positivismo “tóxico” se refiere a la creencia de que siempre se debe mantener una actitud positiva, independientemente de las circunstancias, de las emociones que sintamos y de cualquier condicionante interno y/o externo que tengamos. Este enfoque puede ser dañino, ya que: 

  1. Niega emociones: Al presionar a las personas a sentirse bien todo el tiempo, se ignoran e invalidan emociones consideradas “negativas”. Esto puede dar como resultado sentimientos de culpa por sentirnos incapaces de mantenernos felices u optimistas. 
  1. Crea desconexión: Puede llevar a una desconexión emocional, donde las personas evitan afrontar sus problemas reales y, en lugar de buscar soluciones, se sumergen en una cultura de “todo está bien”. 
  1. Aislamiento: Quienes experimentan luchas internas pueden sentirse solos o incomprendidos, ya que la cultura del positivismo tóxico no deja espacio para la vulnerabilidad emocional. 

Estrategias para combatir el positivismo tóxico sin caer en el otro extremo 

Es fundamental encontrar un equilibrio entre mantener una actitud positiva y ser realistas y sinceros sobre nuestras emociones y situaciones. Aquí hay algunas estrategias para lograrlo: 

  1. Acepta tus emociones: reconocer y validar tus sentimientos, sean los que sean, es esencial para tu bienestar emocional. Permítete sentir tristeza, enojo o frustración sin juzgarte. 
  1. Practica la autocompasión: en lugar de presionarte a sentirte bien todo el tiempo, trata de ser amable contigo mismo. Entiende que es humano experimentar altibajos y respétalos. 
  1. Busca el equilibrio: no te fuerces a ver el lado positivo de cada situación, y busca un enfoque equilibrado. Considera lo que puedes aprender de las dificultades, pero permite que los desafíos te afecten. 
  1. Conversa abiertamente: habla con amigos, familiares o terapeutas sobre tus emociones. Compartir tus luchas puede ayudarte a sentirte menos aislado y más apoyado. 
  1. Fomenta la resiliencia: no te obligues al optimismo y enfócate en desarrollar resiliencia. Esto implica reconocer tus emociones, aprender de las experiencias difíciles y adaptarte a los cambios. 
  1. Sé realista: establece expectativas realistas, tanto para ti como para los demás. Entender que la vida tiene momentos y que no siempre se puede ser positivo te ayudará a lidiar mejor con los desafíos. 

Conclusión 

El positivismo tóxico es una trampa común en nuestra búsqueda de la felicidad y el bienestar. Combatirlo no significa caer en el pesimismo o la negatividad, sino que se trata de encontrar un espacio donde se puedan expresar y validar todas las emociones.  

Al respetar la complejidad de nuestra experiencia humana, podemos cultivar una perspectiva más auténtica y saludable sobre la vida. La clave está en el equilibrio: aceptar tanto lo bueno como lo malo, y aprender a navegar entre ambos. 

Si necesitas más información, no dudes en contactar con el Servicio de Orientación de Mundopositor.

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