El eje cerebro – corazón: cuando ambos son igualmente inteligentes

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Cuando el corazón y el cerebro son igualmente inteligentes

Estamos en febrero, el mes del amor, y en Mundopositor nos hemos preguntado por el protagonista de este mes y su relación con las neuronas. Hablamos del eje cerebro – corazón.

Pero no nos hemos querido quedar en la superficie. Hemos indagado sobre las novedades en las investigaciones que se están realizando sobre este órgano tan importante y su papel en la vida.

Sigue leyendo que te lo contamos todo.

La conexión más increíble

Uno de los descubrimientos más fascinantes de los últimos tiempos es la existencia de neuronas fuera del cerebro. Hasta ahora sabíamos que nuestro intestino tiene tejido neuronal y que se comunica directamente con el cerebro, que existe un eje que une el intestino y el cerebro. Pero se ha descubierto que también hay neuronas en el corazón.

¿Sabías que el corazón tiene su propio “minicerebro”? Así es, ¡nuestro corazón alberga neuronas que ayudan a regular sus latidos!

Investigadores han encontrado que el corazón posee un sistema nervioso propio, intrínseco, formado por más de 40.000 neuronas que no solo reciben órdenes del cerebro, sino que también pueden tomar decisiones autónomas para regular el ritmo cardíaco, por ejemplo. Es como si el corazón tuviera su propio centro de control interno.

Inteligencia del corazón

Este “minicerebro” cardíaco desempeña un papel crucial en la comunicación entre el corazón y el cerebro, formando lo que se conoce como el eje cerebro-corazón. Esta conexión bidireccional significa que nuestras emociones y pensamientos pueden influir en la salud del corazón, y viceversa. La conexión es tal que situaciones de estrés pueden alterar el ritmo cardíaco, al mismo tiempo que un corazón sano puede contribuir a una mente más equilibrada.

Este hallazgo nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar tanto nuestra salud mental como la cardiovascular y, por supuesto, la de perseguir nuestros sueños.

Si tu mente y tu corazón están alineados, en un mismo objetivo, en una misma meta, tendrás todas las neuronas enfocadas al mismo punto.

Recuerda:

Practicar técnicas de relajación, mantener una dieta equilibrada y realizar actividad física regularmente son hábitos que benefician tanto al corazón como al cerebro.

Cada día, mente y corazón trabajan juntos para nuestro bienestar y para alcanzar nuestra meta.

¡Así que a cuidar ese dúo dinámico que llevamos dentro!

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