El Efecto Halo nos repercute en nuestro día a día mucho más de lo que pensamos. Todos hemos juzgado a alguien en algún momento de nuestra vida, es algo instintivo que nos sale a cada uno de nosotros de manera natural.
Una primera impresión sí cuenta, cuenta y mucho, pero no por ello, debemos pensar que esa idea preconcebida de una persona es la verdad absoluta, al contrario, en muchas ocasiones, las apariencias engañan.
Estas opiniones pueden centrarse en aspectos positivos que nos hagan creer que esa otra persona es nuestra media naranja o puede ocurrir exactamente lo opuesto. Sin embargo, el tiempo nos acaba enseñando y vemos cómo era esa persona realmente, pero a pesar de esto, no aprendemos, ni dejamos de juzgar.
Esta tendencia a juzgar y a seguirnos por nuestras impresiones u opiniones de ciertas características es lo que se conoce como Efecto Halo.
¿En qué consiste el “efecto halo”?
Este Efecto Halo se considera como un sesgo que nos hace evaluar rasgos específicos de una persona, lugar o producto sin tener un conocimiento fundado de ello.
¿Qué ocurre con los famosos y el Efecto Halo?
Una de las mejores estrategias de Marketing y publicidad sería este mismo Efecto Halo relacionado con las celebridades, ya que lo que la mayoría de nosotros conocemos de ellas es lo que las agencias que los representan nos permiten saber.
Esto provoca que en muchas ocasiones idealicemos a un personaje público y que lleguemos a pensar que es una gran persona, divertida e inteligente cuando la realidad es que no tenemos ni idea de cómo es en su día a día.
El efecto halo en el colegio
Desde que somos pequeños, las personas juzgamos de forma errónea y esto se puede ver muy ejemplificado en el colegio, dado que un maestro puede considerar a sus alumnos más o menos inteligentes según el comportamiento que observen en clase de ellos. Es decir, un alumno callado y respetuoso ya es calificado de brillante y maravilloso cuando puede ser que esto no se asemeje a su carácter, pero el verdadero problema viene en el caso contrario, debido a que inconscientemente un alumno se puede sentir inferior a los demás por el simple hecho de ser más inquieto o charlatán.
¿Qué deberíamos hacer todos para reducir este efecto Halo?
Quizás sería interesante que cada uno de nosotros hiciéramos un poco de introspección y pensáramos que ninguno somos únicamente lo que vemos en el espejo, somos personalidades, historias y experiencias.
Por todo esto, desde Mundopositor, te animamos a que compruebes por ti mismo si las oposiciones son tan duras o no como dicen, ya que cada persona es un mundo y no se puede juzgar a nada ni a nadie por las apariencias.
Te dejamos reflexionando con una gran frase de Charles Dickens, “No juzgues nada por su aspecto, sino por la evidencia. No hay mejor regla.”
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