Es Vocal asesora de la Dirección General de la Función Pública, cargo que ocupa precisamente, en el Ministerio de Hacienda y Función Pública. En esta entrevista, Sonia Postigo, hace un apasionante recorrido por su carrera como funcionaria, que comenzó hace casi tres décadas.
Todo empezó con unas oposiciones
Sonia Postigo ha tenido una carrera meteórica en la que ha viajado por diferentes países y ciudades debido a su trabajo en diferentes Ministerios: China, París, Nueva York… A día de hoy, se encarga de llevar a cabo el Plan de Captación de Talento.
Todo comenzó con unas oposiciones hace casi treinta años: “me hice funcionaria en 1994 porque trabajé en la Expo’ de Sevilla y después de esta, venía una crisis económica. Pensábamos que esta crisis iba a ser terrible. Entonces empecé a buscar trabajo. Yo hablo inglés, francés, alemán… y veía que los únicos empleos que me ofrecían eran de secretaria, que está muy bien, pero yo quería hacer otra cosa. Una amiga me dijo << ¿y tú por qué no haces oposiciones? >>. Fue en ese momento cuando me puse a estudiar. Quería una buena salida profesional que tuviera un sueldo más que digno y la privada en aquel entonces no me ofrecía muchas opciones. Por eso me hice funcionaria”.
Con respecto a su formación, Sonia Postigo es licenciada en Filología: “es una de esas carreras que la gente piensa que no sirve para nada, pero todas las carreras sirven para algo, aunque solamente sea para estructurarte la mente y para saber como trabajar y como estudiar”.
Como tanta gente, Postigo aprovechó las oportunidades laborales que brindaba la Exposición Universal de 1992: “en la Expo 92′ entré como azafata en el Pabellón de los Descubrimientos”, explica la entrevistada, que enseguida fue nombrada “Jefa de Azafatas” y asumió varias responsabilidades. “Siempre me ha gustado trabajar e ir a más. Es verdad que trabajaba de 9.00 h. a 21.00 h. de lunes a sábado. Me ocurría lo que le sucede a mucha gente en muchas empresas privadas: trabajas mucho, te gusta el trabajo, ganas mucho dinero, pero de repente dije <<y todo este dinero que he ahorrado, ¡si no me da tiempo a gastármelo!>>. Por eso decidí estudiar oposiciones del grupo A1, en concreto de Profesora de Instituto”.
Así ascendió en la Administración
Sobre su ascenso dentro de la administración, la Vocal asesora de la Dirección General de la Función Pública, señala como la clave de su éxito su pasión por el trabajo: “siempre me entusiasmo con lo que hago. La clave es que te guste trabajar y que te entusiasmes. Siempre me he comprometido con todo mi trabajo y todo lo que he hecho y, además, he tenido suerte. Es verdad que hay que saber dirigir equipos. Es fácil, pero hay que saber hacerlo. Y, sobre todo, tienes que saber qué es lo que te gusta e ir más allá. He ocupado muchos puestos de responsabilidad y otros que no lo son tanto. La gente tiene que saber que los funcionarios y las funcionarias somos personas que estamos muy preparadas. He vivido mucho tiempo fuera y he labrado un buen currículum”.
A Sonia Postigo se le llena la boca de orgullo ensalzando a sus compañeros: “los que trabajamos en la Función Pública solemos tener muy buenos currículums y no hablo por mí, sino por muchos de mis compañeros y compañeras, de los que te quedas impresionado. Ahora estoy realizando unas jornadas sobre Mujeres y STEM, para contar a las mujeres las opciones de los puestos científicos que hay en la Administración Pública, y hay unas mujeres con unos currículums impresionantes”.
En este sentido, Postigo explica que ha realizado exactamente la carrera que quería realizar: “hay gente que no quiere ocupar un puesto de responsabilidad, porque es verdad que implica mucho esfuerzo y ocupaciones. Yo he tenido puestos de responsabilidad en los que había que viajar y mucho. No todo el mundo quiere hacerlo, ni le gusta, ni está preparado para ello”.
Un ejemplo de sus viajes fue en 2007, cuando pasó un mes en China con motivo de El año de España en China, período en el que actuó Sara Baras en el Festival Internacional de las Artes de Shangai. “Fue cuando estaba en el Ministerio de Cultura, y me fui allí llevando la representación de este en Shang Hai. No todo el mundo está dispuesto a irse un mes a China y es perfectamente comprensible. Viajar es una cosa que hay que experimentar. Causa mucha impresión que estés en Nueva York en un acto y te toque hablar a ti para representar al país. Da un poco de vértigo, por la responsabilidad que recae sobre ti. También me gustó muchísimo ir al Festival Internacional de Teatro de Nápoles”.
Sobre cómo funciona el nombramiento de puestos más altos en la Administración, explica: “los puestos de responsabilidad suelen ser puestos de confianza. Cuando yo estuve trabajando en el Ministerio de Cultura, fui Subdirectora de Teatro y Circo porque en un momento dado, tenían que nombrar a alguien y confiaron en mí. He trabajado bien con todos los gobiernos y con todos los equipos”.
A pesar de ser una persona tan relevante, Sonia Postigo recuerda sus inicios con cariño: “de mis trece años dando clase, me quedo con cada uno de los días, porque a mí me gustaban mucho los alumnos, los echo mucho de menos. Los adolescentes me encantan y me llevaba fenomenal con ellos”.
Su paso por los Ministerios
Tal y como explica Postigo, ella siempre ha tenido inquietudes: “me he ido cambiando de trabajo cuando he querido cambiarme”. Sonia Postigo fue cesada de su puesto como Subdirectora de Teatro y Circo tras un cambio de gobierno: “cuando me cesaron en el Ministerio de Cultura, yo me podría haber quedado en él, pero tuve una serie de inquietudes, se creó el Ministerio de Igualdad y yo quería ir a trabajar a un Ministerio nuevo y moderno, de nueva creación, que iba a implementar una serie de leyes que a mí me parecían muy interesantes y que iban a dar mucha modernidad a un país al que le hacía falta todo el tema de Igualdad. Yo me quise ir al Ministerio de Igualdad porque me pareció fascinante. Igual que llegó un momento en el que quería dar otra orientación a mi vida. En el Ministerio de Igualdad estuve cuatro años trabajando, y luego me fui a Cooperación al Desarrollo porque en ese momento también me interesaba muchísimo. Es decir, he ido cambiando según se han ido transformando mi vida, y mis intereses. Lo bueno es que en cada sitio en el que he estado he aprendido muchísimo”.
En lo referente a su trayectoria en el Ministerio de Igualdad, la funcionaria destaca su participación “en la redacción de la primera Ley de Igualdad. Luego, cuando estaba en Violencia de Género me gustó mucho revisar las leyes educativas, introducir la resolución de conflictos en las escuelas y en todos los noveles educativos”.
Con respecto al Ministerio de Asuntos Exteriores, Postigo asegura que le resultó “fascinante” participar en la redacción de la Agenda 2030, porque “había muchas cosas que decir”.
Sobre su función en la actualidad, explica que “el Plan de Captación de Talento me está gustando muchísimo, porque estamos recibiendo mucho feed back. Empezamos en 2019 y me encuentro con gente que me dice que me dice que me escuchó. Me llamó hace poco un chaval que había aprobado. El escuchó una de mis charlas y opositó a TIC, al Cuerpo Superior de Tecnologías. Me llamó hasta su padre. Me gusta saber que el mensaje está llegando, que está calando. Me reconforta cuando vamos a las universidades a contar qué es lo que hacemos y me dicen <<yo no sabía que un funcionario o que una funcionaria pudiera hacer tantas cosas>>. Me gusta mucho que podamos trasladar y transmitir a la sociedad nuestras funciones y lo importantes que podemos llegar a ser”.
La Vocal asesora de la Dirección General de la Función Pública explica que realmente hay una gran oportunidad de empleo en la Administración Pública: “necesitamos mucho más personal para que todo pueda funcionar. Es absolutamente necesario que tengamos más gente. Necesitamos más de todo, personas que quieran trabajar”. En esta línea, Sonia Postigo recalca que hacen falta puestos de todo tipo: desde abogados, hasta jueces, pasando por estadistas y recalca que hay “un 5% de plazas reservadas para personas con discapacidad en la mayor parte de los cuerpos”.
La mujer en la Administración Pública
En lo que respecta a la mujer en la AGE, Postigo destaca que “tenemos un papel bastante preponderante en la Función pública, somos más mujeres que hombres en general, y cada vez más mujeres tenemos puestos de responsabilidad. No digo que no suceda lo mismo e n la empresa privada porque no lo sé, pero tenemos mujeres en puestos muy altos, que son muy bravas, que son unas fantásticas jefas y tienen las mismas virtudes que los hombres”.
Además, la funcionaria resalta el hecho de que muchas de estas mujeres son también madres a su vez, y pone el ejemplo de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que “tiene siete hijos. Mi jefa tiene hijos, yo tengo dos hijos, a pesar de todo lo que he viajado y todo lo que he hecho. En la Administración, cuando te quedas embarazada te hacen la fiesta, estamos encantados de que la gente se reproduzca. Los hombres se cogen el permiso de paternidad con toda tranquilidad, sin ningún problema. Conciliamos. Siempre he vivido con mucha tranquilidad porque sabía que si mi hijo se ponía enfermo podía acompañarle al médico. Tenemos muchas mujeres que demás de ser unas magníficas trabajadoras son unas magníficas madres”.
A pesar de su trayectoria y de toda su experiencia, Sonia Postigo se apasiona por su trabajo como el primer día: “todas mis amigas me preguntan siempre si no me canso de estudiar y les digo que no. Los funcionarios estudiamos mucho con cada cambio que hacemos y cada salto que damos”.
Ese mismo entusiasmo lo transmite a todo el que la escucha, que queda impregnado del mundo funcionarial y ya no le queda más remedio que prepararse unas oposiciones.
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