Según datos extraídos de una encuesta realizada por Editorial MAD, un 48% de los opositores se ha presentado antes a alguna oposición, pero solo una persona de 124 encuestadas repitió en la misma oposición. Son los poliopositores que, como Cristina Guerra, se van presentando a varias convocatorias.
Cómo se convirtió en poliopositora
A sus 37 años, Cristina Guerra lleva ya cuatro preparando oposiciones tanto de Administrativo/a como de Auxiliar Administrativo/a, y tal y como explica: “me he examinado en tres administraciones diferentes”. A día de hoy, ha opositado “un par de veces al Estado, otra a la Universidad de Sevilla y otra a la Junta de Andalucía, pero si soy honesta, al Estado y a la Universidad me presenté cuando aún no tenía asentado el temario, lo hice para probar”, explica.
En estos momentos, la mirada de Cristina Guerra está puesta en las oposiciones de la Junta de Andalucía, administración para la que ya se ha examinado una vez y esta sería su segunda. No obtuvo plaza de acceso libre, pero se presentó al proceso de estabilización y tal y como indica: “no tengo muchos puntos porque nunca he trabajado para la administración, pero no saqué mala nota en el turno libre y aún no se sabe el resultado”. Hasta que se cierre el procedimiento, ella mira hacia la siguiente convocatoria.
“Empecé a prepararme en 2017. Durante los dos primeros años de la oposición estuve trabajando 40 horas semanales. Era dependienta en un comercio, ofrecía una atención al cliente detallada”, recuerda Cristina Guerra, que ahora se dedica a prepararse las oposiciones a tiempo completo. “En 2019 cerró la tienda en la que trabajaba, como estuve trabajando varios años me correspondía el paro máximo, así que he podido dedicarme plenamente al estudio”.
De su experiencia como poliopositora, Cristina Guerra indica que “el examen en sí es muy parecido, la Junta de Andalucía y el Estado han ido siempre muy parejos con respecto al tipo de examen que se realiza. La Universidad sí es un poco distinta y suele ser concurso-oposición”.
¿Por qué opositar?
Para Cristina Guerra, la cuestión no es donde, sino el qué. Es decir; lo que tiene muy claro es que quiere ser funcionaria y está dispuesta a presentarse a diversas convocatorias, aunque sean de diferentes administraciones. Tal y como textualmente nos cuenta: “yo me he llevado muchos años trabajando en la empresa privada y la verdad es que las condiciones que te ofrecen son bastante malas. Eso hay que unirlo a que a mí siempre me ha gustado la atención al público y buscaba algo relacionado con eso”.
Próxima parada: la Junta de Andalucía
Con respecto a la convocatoria que se está preparando para la Junta de Andalucía, le gustaría que “no fuese a corto plazo, ya que el último procedimiento ha sido algo tedioso”, explica la opositora refiriéndose a los retrasos derivados de la pandemia.
En los planes de futuro de Cristina Guerra, se encuentra terminar la carrera de Trabajo Social para poder promocionar de forma interna una vez que consiga su plaza en la administración. Aunque le gustan todas las Consejerías, le gustaría especialmente trabajar en Empleo, en Educación o en Igualdad. Porque no solo persigue una estabilidad laboral, Cristina Guerra tiene vocación de funcionaria pública y está dispuesta a dar el 100% para ayudar a otros ciudadanos.
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