Rubén Olivares, el chef que aprobó unas oposiciones

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Rubén Olivares, un opositor entre fogones

Hay ámbitos profesionales que a priori no relacionamos con el Empleo Público, como es el caso de la hostelería, a pesar de lo necesario que es un buen cocinero en cualquier sitio. Rubén Olivares acaba de aprobar las oposiciones de Cocina y Gastronomía de Instituciones Penitenciarias, y es un buen ejemplo de que no es necesario renunciar a lo que a uno le apasiona para encarar unas oposiciones.

Un opositor entre fogones

Rubén Olivares ha aprobado el examen de Cocina y Gastronomía de IIPP con muy buena nota, un 71,74, situándose de esta forma, entre los siete primeros de la lista: “yo llevo ya trabajando en hostelería más de 20 años, y en ese tiempo he pasado por todo tipo de empleos en restauración. He trabajado en catering, en restaurantes, en colectividades, en banquetes, y también a la carta, de menú, incluso en comedores exclusivos de Presidencia”, repasa el cocinero, que explica cómo empezó a opositar: “me vi en la situación hace 3 años y medio, me despidieron del último trabajo que estuve, y me apunté al paro, pero enseguida me llamaron para ofrecerme un puesto, para pasar un proceso selectivo para una OPE de Jefe de Cocina en un centro educativo y ahí ya, al entrar en la administración de la Comunidad de Madrid, me planteé aprobar una oposición, al estar de interino”, afirma Rubén Olivares, que explica que quería encontrar estabilidad: “mi plaza en cualquier momento se podía cubrir, y quedarme sin trabajo”.

Su preparación

Estas no son las primeras oposiciones de cocina que se prepara Rubén Olivares: “este ha sido el segundo intento, porque el primero fue para el Ayuntamiento de Leganés, para Escuelas Infantiles, y también quedé muy bien situado, en tercera posición, pero todavía estoy esperando que salgan los resultados, ya que presenté los méritos y todo”. También tiene que salir el resultado definitivo de las oposiciones de IIPP, pues está pendiente de valorarse la fase de concurso.

En cuanto a su preparación, optó por MAD: “adquirí el temario de MAD y me ha venido muy bien, porque puedes hacer los test del Curso Oro en el ordenador o en el móvil, y afortunadamente pude sacar una buena puntuación. Además, me han gustado mucho los libros de apoyo para todas las dudas que tenía. Yo me saqué la titulación en el 2002 y claro, ya han pasado 20 años desde que me puse a estudiar y hay cosas que evolucionan, cambian o que tienes que actualizar porque pierdes la costumbre de estudiar y también hay conocimientos que si no los utilizas a menudo se te olvidan”.  

Con respecto a su rutina diaria, reconoce que no ha sido fácil compaginar su faceta de padre con la de opositor: “al estudio le he estado dedicando tiempo a ratos porque teniendo dos hijas… También eso me motivaba más, el poder tener una estabilidad con una oposición para poder criar a mis hijas, tener conciliación familiar. Es muy importante el trabajo, pero claro, hay que cumplir con la vida personal. Yo antes me dedicaba exclusivamente al trabajo, cuando empecé en esto, pero ya tengo 42 años y una familia a la que quiero disfrutar. Cumplir con mi trabajo, pero sobre todo ver crecer a mis hijas”.  

Para Rubén Olivares, la familia es su principal motivación: “si un día necesito ir yo a recoger a mi hija o quedarme con ella, pues tengo más libertad que si estuviera en la empresa privada”.

En lo que se refiere a la baremación que espera de IIPP: “la verdad que estoy bastante seguro porque según las normas que pusieron era medio punto por mes trabajado y máximo 30 puntos. Esos son 6 años. Yo llevo 5 años y en esa categoría, bueno he estado de Jefe de Cocina casi todo el tiempo, pero creo que reúno todos los puntos para tener la máxima puntuación en los méritos. Luego aparte también he hecho cursos. Mi preocupación era conseguir plaza, pero poder sacar la mejor nota para poder elegir una plaza por Madrid”, que es donde reside Rubén.

“Espero poder quedarme aquí, cuando salga la puntuación podré elegir el destino más cercano a mi domicilio y de esta manera poder tener ya eso, un trabajo cómodo, cerca de casa y con un horario bueno”, explica Rubén Olivares.  

Todavía no lo ha celebrado con la familia “porque hay que esperar a que esté resuelto todo el proceso, la verdad es que están muy contentos, me dan mucho la enhorabuena por el esfuerzo que me ha supuesto el tener que estudiar y el trabajar y cuidar de las niñas, pero esperemos poder ya celebrarlo bien cuando tome posesión de la plaza. Eso es para celebrarlo porque la ocasión lo merece, vamos que es algo que nos alegramos todos mucho y nos da una satisfacción y una tranquilidad, el saber que ya tengo mi sitio donde estar y que también luego podré promocionar a Jefe de Cocina”, indica.

Aunque, tal y como indica Olivares, “como llevo tantos años de Jefe de Cocina y eso es mucha responsabilidad a cuestas, si estoy cómodo de cocinero la verdad es que, si el sueldo también cubre mis expectativas, me puedo quedar de Cocinero, no hay problema, pero bueno, siempre se puede aspirar a más”.  

A sus compañeros del gremio de la hostelería, les anima “a conseguir una plaza estable, porque al final, aunque te involucres mucho en las empresas en las que trabajas: hoteles, restaurantes… somos todos prescindibles. Yo estaba muy bien reconocido en la empresa en la que estaba, pero por circunstancias me despidieron y me reconocieron que estaban muy contentos conmigo, pero nunca nadie se casa con nadie. Aquí al trabajar en la administración te aseguras de que tienes tu sueldo, para pagar los recibos y poder vivir”.

En definitiva, Rubén Olivares tenía claro lo que quería y luchó por ello. Su historia podría ser la tuya.

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