A sus 57 años, Ángel Manuel Gómez Cuesta acaba de aprobar las oposiciones de arrumbador para la AEAT. Ha sacado un 91,63 en el examen, por lo que ha conseguido meter cabeza en la administración a través de la bolsa de empleo, ya que ha conseguido un merecido tercer puesto para acceder a la misma.
Opositar a los 50
Si la constancia y la positividad fueran una persona, seguramente se harían llamar Ángel Manuel, que lejos de venirse abajo por las circunstancias, decidió prepararse la convocatoria de arrumbador de la AEAT con un objetivo muy claro: aprobar las oposiciones. “Hay poca gente que sepa lo que es ser arrumbador. Consiste en controlar tanto las mercancías como los aranceles, lo que se mueve por la frontera, observar lo que entra en las aduanas. Como no he trabajado de arrumbador no puedo decir que me guste, pero sí intuyo que puede hacerlo. Me llamaba la atención un puesto de trabajo en el que no te envían a cualquier ciudad, sino a sitios muy concretos. Las zonas que suelen tener aduanas son ciudades medianas, no son pequeños pueblos ni son sitios que pueden estar alejados. Una frontera la puedes tener cerca de Francia”, explica el opositor.
Gómez conocía las ventajas de ser funcionario por su esposa: “mi mujer trabaja en Hacienda y conozco el mundillo, por decirlo de alguna forma, desde hace muchos años. Se lo que es un agente tributario. Ser funcionario tiene muchas ventajas, no solo en Hacienda, sino en cualquier administración. Algunas de ellas son los días de asuntos propios que puedes tener para cualquier necesidad o que percibes un horario y un sueldo fijos. Hay muchísimas. Al banco le gusta tratar con funcionarios, lo corroboro. Es el cliente ideal, porque no tiene el riesgo que tiene un autónomo como era yo, por ejemplo. Cuando iba a una sucursal a pedir un préstamo me decían que sí, que yo podía pedirlo, pero que sin la firma de mi mujer no iba a conseguir nada, que eso era una utopía. A mi esposa le dan préstamos a un tipo de interés de un 2%. Si no es por ella, ni siquiera habría sabido que existía esa posibilidad. A mí, sin embargo, de un 8% no me bajaban”.
Por todas estas razones, Ángel Manuel pensó que lo mejor que podía hacer era aprobar unas oposiciones: “tras ser autónomo decidí terminar con ese estrés y esa ansiedad porque ya uno va teniendo una edad y no tiene ganas de estar siempre en la cuerda floja, que es lo que le pasa a la mayoría de las empresas pequeñitas. El funcionario está en un extremo y en el otro, los autónomos”.
Como tantos muchos otros, Ángel Manuel tenía muy claro desde que salió la convocatoria cuáles iban a ser los pasos a seguir para aprobar las oposiciones de arrumbador y lograr entrar en la bolsa de empleo: “29 vacantes para España lo considero pocas plazas. ¿Qué ocurre? Que me tenía que preparar muy bien porque si no tampoco iba a sacar nada, y la verdad es que probé con MAD porque la vi una empresa de prestigio, de las que la gente habla bien, y dije <<bueno, voy a probar>>. El sistema que tiene el Curso Oro, que es el que yo escogí, te permite estudiar desde cualquier sitio. Ahora, por ejemplo, me pillas viajando. Tener que ir con los libros encima siempre me ha costado trabajo. Por ello, conectarme con el ordenador y poder hacer ejercicios y repetirlos, me ha venido muy bien. La facilidad de adaptarse al curso en vez de las típicas clases que requieren que vayas a una academia a una hora determinada un día determinado, me ha ayudado bastante para conseguir quedar el tercero en Andalucía. Podría haber tenido plaza si no hubiera sido por los méritos”.
¿Y ahora?
La vida de opositor de Ángel Manuel no termina aquí. Su próxima parada son las oposiciones de Conserje del Grupo Escolar del Ayuntamiento de Málaga. “Mientras no tenga una plaza fija, mi otra opción es seguir estudiando. Por supuesto, también he sacado el Curso Oro de MAD, el de Conserje del Centro Educativo de Corporaciones Locales. Esta oposición tiene una ventaja, y es que no cuentan los méritos, con lo cual en esta no me va a ocurrir lo mismo que con arrumbador: si apruebo, apruebo y si no apruebo, posiblemente también haya bolsa de trabajo. Ese dato todavía no ha salido, falta la fecha de examen”. Y es que aún quedan por salir las listas definitivas de dichos procesos selectivos, aunque el opositor ya ha sido admitido para realizar el examen y está tranquilo en ese sentido.
Ángel Manuel Gómez Cuesta es otro ejemplo más de que en el sector público se puede conseguir un puesto de funcionario a cualquier edad. Todo se rige por los principios de Igualdad, Mérito, Capacidad, Transparencia y Seguridad Jurídica, y es lo único que importa.
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