Azúcar para estudiar: ¿sí o no?

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Azúcar para estudiar: ¿sí o no?

Tal vez alguna vez hayas sentido una sensación de bajón, es decir; que te hayas notado con poca energía, y para compensarlo hayas optado por tomar algo dulce porque necesitabas un chute energético. O tal vez en algún momento has notado que se te desplomaba la tensión y has echado mano de un caramelo “para subirla”. Pero ¿esto es así? ¿Puede el azúcar tal y como lo conocemos ofrecernos la energía que necesitamos para estudiar? En este artículo lo averiguaremos de la mano de dos nutricionistas expertos en el tema.

¿Cómo funciona el azúcar en nuestro organismo?

Azúcar para estudiar: ¿sí o no?

Según Fernando Monje, nutricionista en Nutrikalia y miembro de Nutrición en Sevilla, “si tomas azúcar para estudiar vas a tener una hiperglumia, y por ende una hipoglucemia, es decir, momentáneamente vas a tener un nivel de glucosa cerebral elevado, pero después tendrás un bajón, que será muy acusatorio”. En este sentido, Monje aclara que “nos referimos a cualquier tipo de azúcar, pero está claro que es más importante la procedencia del mismo, que el azúcar en sí, ya que no se absorberá igual en nuestro organismo”.

Azúcar para estudiar: ¿sí o no?

¿Entonces, existe azúcar sana e insana?

Azúcar para estudiar: ¿sí o no?

Algunas personas diferencian entre el azúcar blanco presente en las chucherías industriales y el de la miel, por ejemplo, y optan por tomar esta última ante la creencia de que es más sana. Con respecto a esta, al sirope de agave, a la panela y otros productos similares, el nutricionista Juan Revenga, autor del podcast “Factor Intrínseco”, no puede ser más preciso: “son eufemismos para referirnos al azúcar. Si quieres sustituir el azúcar por miel no estás sustituyendo nada, porque la miel es en un 85% azúcar”. En la misma línea se postula el también nutricionista Fernando Monje: “la miel pura es prácticamente igual que el azúcar, ya que una gran parte de la misma se compone de azúcar”.

Azúcar para estudiar: ¿sí o no?

Con respecto a la panela, Juan Revenga indica que “es en un 96% azúcar. Es decir, le pones otros nombres que no vienen a ser más que sinónimos y que muchas veces se usan a modo de eufemismo. En estos casos no se sustituye nada porque no quitas aquello que quieres eliminar, que es el azúcar, y si estás tomando azúcar de caña, azúcar integral, sirope de agave, miel, o panela, no estás quitando azúcar, estás poniendo azúcar en diferentes formatos”.

Teniendo esto en cuenta, ¿cuándo se aconseja tomar azúcar?

En este sentido, los nutricionistas son tajantes. Según Fernando Monje, “el azúcar nunca es recomendable” y por su parte, Juan Revenga indica que “el azúcar no es nada recomendable para estudiar. Lo último que necesitamos en nuestro entorno es que alguien nos dé un argumento más para tomar todavía más azúcar. Sólo es beneficioso en el hipotético caso de que tengamos ante nosotros a una persona que no ha comido en los últimos seis meses, que ha perdido 35 kilos, que está medio desmayada y que sufre además otras enfermedades carenciales. En este caso es beneficioso que, para estudiar y para que pueda sobrevivir, tome azúcar y muchas otras cosas”.

Con respecto a la creencia de que el azúcar nutre al cerebro, Juan Revenga es bastante contundente: “los nutrientes que necesita nuestro cerebro los tomamos de otros alimentos como, por ejemplo, la patata, que no tiene azúcar, pero en cambio contiene almidón, que es la concatenación de glucosas que nosotros en la digestión utilizamos y luego aprovechamos. Con las legumbres, la pasta y el arroz sucede lo mismo. Ninguno de todos estos alimentos tiene ni un solo miligramo de azúcar”.

¿Cómo funcionan estos nutrientes en nuestro organismo?

Azúcar para estudiar: ¿sí o no?

Tal y como explica Juan Revenga, nuestro organismo utiliza esta glucosa presente en los alimentos que acabamos de mencionar “para el tejido muscular, el desempeño intelectual, y otras funciones. A la larga, si estuviésemos con una deficiencia de glucosa importante se desarrollarían una serie de mecanismos metabólicos que terminarían por aportar combustible a aquellos elementos que la precisen para el desempeño de cualquier función muscular, intelectual o de cualquier índole. Esto se hace fundamentalmente a través de las proteínas y de las grasas, que contienen cuerpos cetónicos y en cierta cantidad, también glucosa”.

Como conclusión

Azúcar para estudiar: ¿sí o no?

El nutricionista Juan Revenga es rotundo: “no hay que tomar azúcar”. Por tanto, si te notas decaído o falto de energía ya sabes que los platos estrella de los estudiantes por excelencia, es decir, la pasta y los arroces, son tus nuevos mejores amigos. También la patata o las legumbres, eso sí, ten en cuenta que el método de cocinado y que el resto de los ingredientes importa. Si quieres saber más sobre nutrición, no te pierdas estos alimentos para estudiar oposiciones y cómo cuidarte antes del examen.

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