Cuando se acerca la fecha del examen, después de una intensa preparación, aparecen una serie de dudas que pueden generar un estrés añadido que no nos beneficia. Una de las dudas más habituales tiene que ver con la nota de corte. ¿Cómo se calcula? ¿Cuántos aciertos necesito para superarla? ¿Puedo dejar preguntas sin responder? ¿Cuántas?
Para que el día del examen te puedas concentrar en la tarea de resolver la prueba y no haya nada que te distraiga, es importante que conozcas cómo funciona la nota de corte de tu convocatoria.
¿Qué es y para qué sirve la nota de corte?
La nota de corte es la puntuación mínima que debe alcanzar un opositor para pasar a la siguiente fase o prueba, ya que implica superar el examen. La puntuación concreta depende de la cantidad de plazas, la dificultad del proceso o la cantidad de candidatos, por ejemplo, por lo que es diferente entre convocatorias, incluso de la misma especialidad.
Esta nota se suele fijar en las bases y es el Tribunal Calificador del proceso el responsable de su aplicación. En ocasiones no se determina una puntuación concreta, sino que se indica que quedará determinada por la puntuación obtenida por el candidato que ocupe determinada posición en la lista de aprobados, ordenados por nota. Esta posición depende del número de plazas que haya en cada convocatoria y de si hay o no bolsa de empleo posterior.
Cada respuesta cuenta
Lo primero que debemos conocer es cuánto vale cada respuesta. A la hora de completar un examen tipo test hay tres opciones cuando respondemos: acertar, fallar o no responder.
Cada pregunta correcta tiene un valor dado que se suma, normalmente se aporta un punto por cada pregunta acertada.
Cada respuesta incorrecta tiene un valor conocido que se resta en un porcentaje concreto. Habitualmente este valor negativo es 0.33 o 0.25, pero puede variar en función del porcentaje que se detalle en la convocatoria y de la fórmula establecida para calcular la nota.
Cada respuesta en blanco (sin responder) tiene un valor neutro o cero, normalmente, aunque a veces resta en un pequeño porcentaje. Es en estas preguntas en las que el opositor se juega puntos en función del riesgo que esté dispuesto a asumir.
Veamos un ejemplo:
Imaginemos una convocatoria con un examen de 100 preguntas, cuya puntuación máxima se detalla que es de 100 puntos, y que se va a valorar con la fórmula A-(E/3). Las preguntas no respondidas no cuentan.
Esto significa que cada acierto suma 1 punto y que cada error resta 1/3, es decir, que cada 3 errores se resta un punto, un acierto.
Si respondes 86 preguntas, de las cuales 70 son correctas, y dejas en blanco 14 el cálculo sería el siguiente:
[70 – (16/3)] = [70-5.33] = 64.67
La puntuación de esta prueba sería de 64.67 sobre 100.
Si esa puntuación es suficiente o no para superar el proceso depende de la nota de corte establecida.
A tener en cuenta sobre la nota de corte
Conscientes de lo que nos jugamos cuando llega el momento del examen para el que llevamos meses preparándonos, y de que no podemos permitir que nuestra mente se disperse y nuestra concentración nos falle, vamos a ver los tips a tener en cuenta durante el examen:
- Asegúrate de que las normas de valoración de preguntas te quedan claras y sabes cómo se corrige la prueba (aciertos, errores y sin responder).
- Responde primero las que sepas “seguro” para tratar de garantizar un número mínimo de aciertos.
- Aquellas en las que dudes entre dos opciones y puedas razonar son las siguientes que debes completar. Es en las que menos arriesgas (si las que no contestas no cuentan, claro)
- Debes tener las decisiones previstas. No es el momento de ponernos a hacer cálculos complejos y estudio de probabilidades. Calcular el valor de los errores potenciales en relación con las preguntas que ya has respondido de forma rápida es fácil si ya has hecho los cálculos en casa de la cantidad de aciertos que necesitas para superar la prueba.
Cuando termine el examen llévate tu plantilla. Es la única forma de saber qué has respondido a cada una y puedas hacer una revisión y valoración de resultados. Normalmente la plantilla provisional sale a los pocos días. La podrás revisar y hacer las alegaciones que consideres oportunas. Solo cuando salga la lista definitiva de aprobados sabrás qué lugar ocupas, cuál es tu puntuación y si superas o no la prueba.
¿Y si no aprueba la cantidad suficiente de candidatos para ocupar todas las plazas?
Pues depende de lo que se indique en la convocatoria. En ocasiones se puede bajar la nota de corte para que se puedan ocupar todas las plazas. Esta decisión la toma el Tribunal de la oposición, quedando una puntuación diferente a la indicada en la convocatoria para el corte. Este proceso da como resultado lo que se denomina “nota normalizada”, es decir, una nota más baja de la prevista para realizar el corte.
En otras ocasiones este proceso no está contemplado en las bases y las plazas quedan “desiertas”, es decir, sin cubrir, pudiéndose acumular al siguiente proceso de oposiciones de la especialidad.
Cada convocatoria, cada oposición, cada especialidad es diferente y se debe analizar de forma concreta. ¿Cómo es la tuya?
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