Si tomar algunas decisiones ya es complicado “per se”, si te cuento que tu cerebro te puede estar saboteando, ya rizamos el rizo. La clave está en los sesgos cognitivos.
Y es que nuestro cerebro gusta de trabajar lo menos posible, cuando no está memorizando nuestro temario (of course), por lo que es un experto en recorrer atajos que le permitan gestionar decisiones de forma rápida y con el menor esfuerzo posible.
Desde MO te queremos mostrar esos atajos clave más habituales para que tus decisiones las tomes tú y no te dejes engañar ni por tu propia mente.
Los sesgos cognitivos
Los sesgos cognitivos son procesos de análisis de información, que pueden suponer un error de pensamiento, y que da como resultado una interpretación de la realidad distorsionada o ilógica, siempre sesgada, en base a emociones, influencias sociales o éticas y que pueden afectar a cualquier decisión y aspecto de nuestra vida.
Por resumir y simplificar: nuestro razonamiento y nuestra percepción se pueden ver alterados por la concepción de la realidad que tenemos.
Aunque pueda parecer algo negativo, en realidad, es una función adaptativa para que podamos decidir con rapidez para dar respuesta a nuestro día a día. ¿Te imaginas tener que analizar cada dato, cada aspecto de lo que te pasa para poder tomar cada decisión de tu día a día? Sería agotador.
Es por ello que nuestra mente acepta estos sesgos cognitivos de forma natural. Solo es necesario ser conscientes de que existen y de cómo funcionan para evitar que nos lleven a errores (más o menos graves) que nos perjudiquen en decisiones relevantes.
De este procesamiento de la información se valen, en el mundo de las oposiciones marcas, empresas y gurús varios, conocedores de las tendencias de nuestra mente a seguir ciertos patrones de pensamiento, para hacernos creer aquello que quieren que creamos, sin que lo cuestionemos.
Estos sesgos cognitivos son variados, existen muchos, conocidos y estudiados, en los que caemos todos, y que son los que te vamos a ir presentando en una serie de post para darte el poder de decidir por ti mismo/a.
Y sí, nuestro cerebro no quiere dedicar tiempo a valorar cada dato y cada percepción, pero los Opositores conocemos nuestro cerebro mejor que nadie. Lo dominamos y no vamos a dejar que decida por nosotros. ¿Verdad?
En el próximo post empezamos a descifrar tu mente para que no se te escape nada y siempre decidas lo mejor para ti.
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