En todas las personas opositoras hay una preocupación constante: el tiempo. ¿Cómo estudiar más? ¿De dónde sacar tiempo para dedicar más horas? ¿Cómo reducir la dedicación a otras tareas para tener más disponibilidad? ¡STOP! Más no siempre es mejor, tal y como vimos cuando hablamos de minimalismo y oposiciones, por lo que dedicar más tiempo a tu oposición no siempre es la mejor forma para aumentar tu rendimiento.
¿No nos crees? Sigue leyendo, que te lo contamos todo.
Creencias vs Realidad
“Cuanto más estudias mayor es tu rendimiento”. Seguro que lo has oído mil veces. Y sí, es necesario dedicar tiempo al estudio para conseguir dominar tu temario, pero no se trata solo de tiempo. La concentración es fundamental para comprender y memorizar nuestro temario, por lo que el tiempo que nos aporta calidad al estudio es aquel en el que conseguimos que nuestro foco esté puesto en el temario, en el propio estudio, y nuestra atención hace que el contenido pase a nuestra memoria y se fije en la misma.
No sirve de nada estar horas sentados delante de los libros sin ser capaz de centrarnos en el estudio. De hecho, hay estudios que demuestran que, cuanto menos tiempo hay disponible para estudiar mayor es la concentración. Y es que, cuando nuestra mente sabe que no hay tiempo para perder, no lo pierde. O eso es lo que dicen estos estudios.
La realidad es que es necesario disponer de tiempo de calidad para nuestra preparación y usarlo de forma inteligente para que sea productivo y nos lleve hasta nuestra meta.
Los tips más top para potenciar tu estudio
- Tener un espacio adecuado. Si tenemos donde estudiar, con nuestros materiales preparados, con la iluminación y el nivel de ruido adecuados, nuestra atención se focaliza con mayor rapidez, consiguiendo que esté a pleno rendimiento en menos tiempo.
- Sesiones que respetan los descansos. Nada de maratones de estudio. Técnicas como el Pomodoro te pueden ayudar a fraccionar las sesiones de estudio y que la atención y la concentración se mantengan en niveles adecuados de actividad a lo largo de las mismas.
- Horario estable. Nuestro cerebro disfruta con las rutinas, por lo que le cuesta menos ponerse a trabajar siempre a la misma hora. Prueba a seguir un horario de estudio durante unas semanas y comprobarás cómo funciona este consejo tan sencillo.
- Estudio activo. Leer no es estudiar, recuérdalo. Estudiar es un proceso mental en el que trabajamos conceptos para que nuestra memoria los recuerde, los almacene, y los pueda recuperar después. En necesario estar concentrados en la tarea para que este proceso sea 100% eficaz.
- Buenas herramientas. Esquemas, resúmenes, vídeos… Es necesario que dispongas de herramientas de calidad que simplifiquen el contenido y lo hagan más accesible para los repasos y sesiones de estudio.
- Técnicas de estudio adecuadas a tu tipo de memoria. No todos aprendemos igual. No todas las memorias almacenan de la misma forma. Debes encontrar las técnicas de estudio que más se adaptan a tus preferencias para usar tu memoria de la forma más eficaz para llevar su potencial al máximo.
- Vida saludable. El descanso, la alimentación y el ejercicio regular hacen que los sistemas de tu cuerpo funcionen y, por tanto, tu memoria y tu cerebro también. Cuida tu cuerpo y tu mente. Cuídate y verás cómo todo es más simple.
Como puedes comprobar no se trata de no dedicar tiempo al estudio, sino de usar el tiempo de forma inteligente para poder estudiar mejor y aumentar el rendimiento.
Cuéntanos tus trucos para sacarle todo el potencial a tu memoria. Te escuchamos.
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