La Curva del Olvido. El arma secreta de tu oposición

0
262

Como ya vimos en un post anterior el olvido no es nuestro enemigo, sino una herramienta de nuestro cerebro para mantener el equilibrio. Pero claro, ese “equilibrio” nos puede fastidiar (dicho suavemente…)  el estudio de nuestro temario. Y eso no lo podemos permitir. Hoy os presentamos el ciclo del olvido y su representación gráfica, para que sepáis cómo vencerlo y que se convierta en la más poderosa herramienta para llevar tu temario, del primer al último tema, el día del examen. Toca hablar de la Curva del Olvido.  

¿Qué es la Curva del Olvido? 

La Curva del Olvido es la representación gráfica del tiempo de permanencia de una información en nuestra memoria.  

Fue planteada por Hermann Ebbinghaus quien, a través de sus experimentos sobre la memoria, determinó la “tasa de olvido” de lo aprendido a lo largo del tiempo y la representó en forma de campana:

¿Cómo funciona? 

Ya sabemos que nuestro cerebro tiene la necesidad de “borrar” información, pero ese “borrado” tiene un proceso. 

Parte de la información, la menos asentada en la memoria, se pierde de forma más rápida y otros datos se van diluyendo paulatinamente a lo largo del tiempo. Pero no desaparece de golpe. Ni toda al mismo tiempo ni de la misma forma: 

  • Si es muy compleja o no hemos conseguido entenderla, se olvida con más facilidad. 
  • Si no hay una representación mental clara y ordenada de esos datos en nuestra mente (una imagen que la referencie) nuestro cerebro tiende a dejarla ir. 
  • Si no tenemos conocimientos previos a los que anclar lo estudiado, podemos perder esos contenidos con facilidad. 
  • Si estamos estresados, con falta de descanso o con hambre, es más fácil que nuestra mente no sea capaz de retener los datos durante largos periodos de tiempo. 

Ya sabemos que el “camino de acceso” a esos datos se va desvaneciendo poco a poco salvo que lo reforcemos antes de que se esfume.  

¿Cómo aplicarla en tu estudio? 

Si el olvido hace su trabajo a lo largo del tiempo, con unos plazos que son más o menos estables para los seres humanos, lo mejor que podemos hacer es trabajar esos tiempos para alargarlos lo más posible. De esta forma, trabajando nuestra memoria como si fuese cualquier otro músculo, de forma constante y programada, podemos reforzarla y hacer que los datos se mantengan más tiempo. 

Los contenidos están en nuestro cerebro, almacenados, gracias a nuestro trabajo de memorización y queremos que se queden allí, organizados y estructurados, hasta el examen. ¿Cómo? Repasando de forma espaciada para ir reforzando los accesos a la información almacenada e ir, al mismo tiempo, añadiendo más y más detalles. 

Imagina que cada uno de tus temas es una cebolla y que cada vez que la repasas refuerzas su estructura y le añades una capa más hasta tenerla completa. Eso es lo que vas a conseguir con un sistema de repasos basado en la Curva del Olvido. Convertirás cada repaso en un refuerzo a lo que ya sabes y añadirás nuevos datos al poderlos relacionar con los anteriores. 

De la teoría a la práctica 

Vale, ya tenemos claro que la Curva del Olvido y los repasos son clave. Ahora nos queda saber cuándo repasar, ¿verdad? 

Veámoslo: 

  1. Deja un espacio al final de cada día para darle un rápido repaso a lo que has estudiado en esa jornada. 
  1. Inicia el día siguiente dedicando 15 minutos a lo estudiado el día anterior. Te servirá como repaso y como calentamiento mental antes de entrar en la materia del día. 
  1. Cada semana debe cerrarse con un rápido repaso de lo que has trabajado en esos días. No es sentarte a estudiar de nuevo todo, sino darle un vistazo a los esquemas y notas que has hecho para comprobar el nivel de recuerdo que mantenemos. 
  1. Reserva unos días para repasar contenidos ya estudiados de forma que no pasen más de 4 semanas sin tocar contenidos ya memorizados. 
  1. Cuando ya estés con todo el temario estudiado y te encuentres dando “vueltas” de repaso, establece plazos para cubrir el temario completo. La idea es que puedas darle una vuelta completa en pocos días. 

Depende de la cantidad de temas que tengas podrás hacer los repasos más o menos frecuentes y dedicarles más o menos tiempo, pero estamos seguros de que los llevarás todos si trabajas tu Curva del Olvido. 

Y tú ¿cómo repasas? Cuéntanos tus trucos para organizarte o tus dudas y te ayudaremos a resolverlas.