¿Quieres saber cómo es el opositor medio en España?

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Así es el opositor medio en España, según una encuesta

Según una encuesta realizada por Editorial MAD a la que ha tenido acceso Mundopositor.info, el opositor medio en España, es mujer, tiene entre 26 y 45 años, posee estudios superiores, vive en pareja y está trabajando. Para los que os estéis peguntando por qué los opositores encuestados están preparando unas oposiciones si ya están trabajando, la respuesta en sencilla: buscan cambiar de empleo, conseguir estabilidad laboral o tener la oportunidad de promocionar a nivel interno.  

Más de la mitad de los opositores son mujeres 

Para ser más exactos, un 68 por ciento de los opositores encuestados por Editorial MAD son mujeres, el 92 por ciento ya ha empezado a estudiar, el 66 por ciento tiene entre 26 y 45 años, un 92 por ciento ha cursado Bachiller o Estudios Superiores, un 62 por ciento vive en pareja y un 38 por ciento tiene hijos.  

Reyes Álvarez. Encuesta opositores.
Reyes Álvarez, opositora

Es el caso de Reyes Álvarez, de 32 años. Esta opositora lleva tres años preparándose las oposiciones de Administrativo de la Junta de Andalucía. Vive con su pareja y tiene estudios universitarios. Mientras oposita, trabaja de forma discontinua en empleos temporales. A la pregunta de qué es lo que busca en el empleo público, lo tiene muy claro: “además de la estabilidad y la tranquilidad de cara al futuro, también me gustaría desarrollar una carrera en la administración pública y ascender a cuerpos superiores con el tiempo”, explica. Decidió opositar porque a pesar de tener una carrera siempre ha ido “enlazando trabajos temporales” y busca “una estabilidad laboral y un futuro más seguro”. No son sus primeras oposiciones, ya se presentó anteriormente a la Universidad de Sevilla y a otro cuerpo de la Junta de Andalucía.  

Encuesta. María Díaz Pérez. Opositora
María Pérez, opositora

Otro ejemplo que cumple con el perfil de opositor medio extraído de la encuesta es María Díaz Pérez, de 35 años. Está preparándose el PIR para acceder a una plaza de formación como Psicóloga Interna Residente. Vive con su pareja y tal y como cuenta, gracias a ella puede dedicarse 100% a las oposiciones, porque si no, “la parte económica estaría muy complicada. Además, tengo la suerte de que ella también ha sido opositora y entiende el proceso tan duro por el que tenemos que pasar los opositores”. Explica. Decidió dejar el trabajo porque este será su tercer intento, “la ratio de aspirante por plaza es bastante elevada y hay que contar también con la dificultad del examen”, aclara. Si lo consigue, seguirá opositando para conseguir una plaza como Psicóloga Clínica. 

Un 53 por ciento de los opositores está trabajando 

Elisa Arias. Opositora. Encuesta.
Elisa Arias, opositora

Sin embargo, más de la mitad de los opositores compagina su dinámica de estudio con un empleo. Es decir, que el opositor medio trabaja. Es el caso de Elisa Arias, más conocida por su perfil de Instagram @srta_opositora, en el que cuenta con 51,5K de seguidores. Elisa tiene 39 años, está preparándose las oposiciones para el BIR, Biólogo Interno Residente, para poder especializarse durante cuatro años en un hospital público y poder ser bióloga sanitaria. “Trabajo como técnico especialista de laboratorio clínico en un hospital de Málaga a jornada completa en turnos de mañana, lo que me deja libre parte de la tarde y los fines de semana y festivos”, aclara. Lleva preparándose desde 2016. Su objetivo es trabajar en la Sanidad Pública, por lo que volverá a opositar cuando acabe la residencia a la que accedería tras estas oposiciones que se está preparando.  

Pero Elisa no sólo trabaja mientras oposita, también saca el tiempo que puede para dedicárselo a su familia: su marido y su hija. “Los fines de semana intento aprovecharlos mejor porque ni yo ni mi marido trabajamos, él se queda más con la niña y yo intento darle un tirón al estudio”, cuenta.  

Vocación de ser empleado público  

Hay personas que siempre han tenido claro que querían opositar, pero que por diversos motivos no pudieron hacerlo justo al terminar la carrera. Ese es el caso de otra conocida instagramer,  @ddunaopositora, que prefiere no desvelar su verdadera identidad. Tras el perfil de Diario de una Opositora, con 24,9K, hay una mujer de 30 años que se prepara las oposiciones para Jueces y Fiscales, porque tal y como nos cuenta es su “vocación desde siempre, pero por cuestiones personales no pude empezar a opositar justo al terminar la carrera”, explica. Su sueño es ser jueza y especializarse en el ámbito penal. Compagina sus oposiciones con su trabajo de Community Manager para una empresa. Esta influencer de oposiciones se prepara desde el año 2016 y se ha presentado ya a cuatro convocatorias: “me he presentado a todas desde que empecé aun sin estar preparada del todo”. Como en los casos anteriores, vive con su pareja, una característica del opositor medio.

Opositar con hijos, más frecuente de lo que parece  

Según la encuesta realizada por Editorial MAD, un 38 por ciento de los opositores tiene hijos. No se podría decir que el opositor medio cuenta con familiares a cargo, pero sí que es más común de lo que parece. Compaginar el estudio de unas oposiciones con hijos es más frecuente de lo que a priori puede parecer. Por eso Nerea, de 31 años, decidió abrirse un perfil en Instagram llamado @opo.mami.y.mas en el que comparte su día a día como opositora de Policía Nacional y madre de un niño de 3 años y medio. Al igual que en los ejemplos anteriores, Nerea Busca un futuro estable trabajando en lo que le gusta. Lleva dos años preparándose y ya se ha presentado en alguna ocasión. 

La realidad del opositor 

Esta encuesta desvela que la realidad del opositor no es solo la de esa persona que oposita desde el principio, sino que existe todo un abanico de grises entre el opositor que empieza a prepararse a los 20 años y el que lo hace con casi 50. Hay opositores que trabajan, que tienen familia y que se han presentado ya alguna vez a algún examen. Unos tienen vocación, otros buscan seguridad económica, pero todos tienen una cosa en común: saben lo que quieren y están dispuestos a luchar para conseguirlo.